El jueves pasado, el administrador de la NASA, Bill Nelson, se unió a un evento de la Casa Blanca para destacar algunos de los avances en los que la agencia espacial ha estado trabajando para combatir el cambio climático. Nelson es relativamente nuevo en el papel de administrador de la NASA, ya que fue designado por el presidente Biden en mayo después de que renunciara el ex administrador Jim Bridenstine. Nelson habló principalmente sobre los esfuerzos de la NASA para promover la sostenibilidad en la aviación aumentando la eficiencia del combustible y reduciendo las emisiones de combustible. “Nuestros investigadores aeronáuticos están desarrollando y probando nuevas tecnologías ecológicas para aeronaves de próxima generación, nuevas herramientas de automatización para operaciones en el espacio aéreo más ecológicas y seguras, y opciones de energía sostenible para la propulsión de aeronaves”, dijo Nelson.
El Administrador destacó el audaz plan de la NASA para reducir las emisiones de carbono relacionadas con la aviación en más de 3 mil millones de galones para 2030. El plan será impulsado en parte por el Gran Desafío de Combustible de Aviación Sostenible (SAFGC), cuyo objetivo es utilizar empresas públicas para alcanzar este objetivo. El desafío también apunta a que el combustible sostenible absorba el 100% de la demanda de combustible de aviación para 2050. La NASA también planea trabajar con la Administración Federal de Aviación (FAA) para reducir las emisiones de carbono y hacer la transición de las aeronaves a modelos más sostenibles. Las dos agencias planean utilizar el recién presentado Asociación Nacional de Vuelo Sostenible para lograr estos objetivos.

Lanzado en 1960, TIROS fue el primer satélite meteorológico de la NASA (crédito: NASA)
La charla de Nelson es parte de un enfoque más amplio en la NASA hacia la lucha contra el cambio climático. La agencia espacial ha estado estudiando la Tierra hasta cierto punto desde la década de 1960, que es cuando se lanzó el primer satélite meteorológico de Estados Unidos, TIROS. Sin embargo, hasta la década de 1970, a la NASA nunca se le asignó explícitamente la tarea de estudiar el clima de la Tierra. Esa carga recayó sobre agencias como el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS) y la Oficina Meteorológica, que ahora se conoce como la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA). Durante este período de tiempo, la NASA desarrollaría satélites e instrumentos de investigación que serían administrados por el USGS y la Oficina Meteorológica.
Sin embargo, las prioridades de la NASA cambiaron en los años 70, cuando el Congreso destripó a las otras dos agencias. La NASA heredó gran parte de su enfoque en 1976, con la revisión del Congreso de la ley espacial. Esta revisión otorgó a la NASA la capacidad de estudiar el ozono en la atmósfera de la Tierra, lo que le dio a la agencia espacial un precedente suficiente para estudiar otros problemas climáticos. Desde entonces, la NASA ha lanzado y administrado muchos satélites con la prioridad explícita de monitorear los factores cambiantes relacionados con el clima de la Tierra.
.
Si ha sido una lectura entretenida, te invitamos a compartir esta noticia con la persona que lo va a valorar.